29 Mar MIKLÓS JANCSÓ (Vác, Hungría, 1921)
El olvido en el que ha caído el cineasta húngaro por antonomasia, el otrora prestigiosísimo Miklós Jancsó, no guarda casi parangón con ningún otro cineasta del Este de los llamados Nuevos Cines. Sin que sepa bien el motivo, en los últimos veinte años su cine no se distribuye internacionalmente. Algo incomprensible, si consideramos que este anticomunista convencido y militante político liberal, logró el éxito crítico en el extranjero, precisamente, cuando filmaba dentro de la Hungría comunista contra dicho partido. Cuando cayó el Telón de Acero, en lugar de lograr abrir su cine a otros países, se sumió en una invisibilidad incierta. Este hecho paradójico también ha ocurrido con otros cineastas europeos orientales, polacos, rusos, rumanos… Y también con directores españoles anti-totalitarios, cuya obra se divulgaba más en tiempos de Dictadura que en plena democracia. Misterios de la distribución. Jancsó es un hombre culto que, antes de licenciarse en la Escuela Superior de Cine de Budapest, a los treinta años (1950-51), se había licenciado ya en Derecho (antes de la Guerra, en la que combatió) y luego había cursado estudios universitarios de Etnografía e Historia del Arte. Además está casado, desde 1958, con la también directora, Márta Mészáros, enésimo síntoma de inteligencia.
Su mayor momento de gloria fue la década transcurrida entre 1965 y 1975 aproximadamente. Su obra Los desesperados, inicio de una brillante Trilogía de la Historia Húngara, le catapultó en todo el mundo como un cineasta diferente, un autor comprometido socialmente y dueño de un estilo único y, esta vez dicho sin caer en el tópico, absolutamente inimitable: su uso del sonido y el plano secuencia en espacios abiertos y contextos rurales, su distanciamiento casi brechtiano, su manejo de la metáfora y la abstracción, su representación de la imposición del Poder en los desfavorecidos, que forja la Historia, escenifican un carácter ritual en el que su cine se aproxima a una coreografía coral del pueblo húngaro. Su vocación es humanista y, por tanto, universal. En Salmo rojo, con la que logró el premio al Mejor Director en Cannes 1972, llega a la exploración máxima de este nuevo lenguaje, aunque a mi juicio sin la agilidad y tensión dramática de Los desesperados, una de las obras maestras del cine mundial.
Su filmografía vastísima, abarca sesenta años y casi ochenta títulos, tanto cine de ficción como documental. Además del séptimo arte, este trabajador incansable ha dirigido para televisión, teatro e incluso óperas. Como en tantos casos de su generación y procedencia, su obra completa está pendiente de una exhaustiva valorización. Si incluimos a Jancsó en este libro es porque, a punto de cumplir los 90 años (escribo esto en febrero de 2011), continúa en activo. Al parecer sería el segundo cineasta en activo más longevo, tras Manoel de Oliveira.
DIEGO MOLDES
Filmografía seleccionada: Los desesperados (Szegénylegények, 1965), Csillagosok, katónak [Rojos y negros, 1967], Silencio y grito [Csend és kiáltás, 1968], A pacifista [La pacifista, 1971], Salmo rojo (Még kér a nép, 1972), Vicios privados, públicas virtudes (Vizi privati, pubbliche virtù, 1975), Oda az igazság (Título internacional: So Much for Justice!, 2010).
Bibliografía:
- BIRO, Yvette (1977), Miklós Jancsó, Albatros, París.
- BUTTAFAVA, Giovanni (1975), Miklós Jancsó, La nuova Italia (col. Il castoro cinema), Florencia. Ed. Española: Buttafava, G. (1977), Miklós Jancsó Ediciones Sígueme, Salamanca.
- PETRIE, Graham (1998), Red Psalm, Flicks Books, Londres.
Internet:
- http://www.jancso.film.hu/index.ivy (web oficial, en húngaro)
- http://www.brightlightsfilm.com/60/60jansco.php (en inglés)
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