El paisaje sonoro

El paisaje sonoro

El paisaje sonoro

El paisaje sonoro y la afinación del mundo es el libro fundacional sobre el entorno acústico y la obra que acuñó el término “paisaje sonoro”, cada vez más extendido en las últimas décadas no sólo en el campo de la música

En 1977 un compositor canadiense, prácticamente desconocido fuera de su país, revolucionó los estudios sobre el sonido y la musicología con un ensayo memorable The Tuning of the World (The Soundscape) (1977), reeditado en 1993 por Arcana Books como The Soundscape. Su autor, Raymond Murray Schafer (Sarnia, Ontario, Canadá, 1933) es actualmente, y desde entonces, uno de los mayores expertos mundiales en la materia. Desde 1961 -fecha en la que publica su primer libro sobre música y sonido: Ezra Pound and Music- hasta la actualidad, Schafer ha sido reconocido como un brillante teórico del sonido, con 27 libros publicados sobre teoría sonora y musical, actividad paralela y complementaria a la de músico y profesor universitario. Formado como compositor en la Royal Schools of Music de Londres, cuenta en su haber con una basta obra musical, como compositor de orquesta, así como para coros, solistas y teatro musical.
Para los estudiantes de Comunicación Audiovisual, Imagen y Sonido, y muy especialmente para los ingenieros de sonido, musicólogos, compositores, profesores de música, docentes de conservatorios y de facultades audiovisuales, The Soundscape ha sido un libro de referencia insoslayable durante décadas, que aparecía en cualquier bibliografía especializada con el rigor que ésta merece.

Es por esto que resulta sorprendente y gratísima la aparición de esta novedad de Intermedio (sello editorial de Prodimag, empresa barcelonesa especializada en la edición de cine de autor de calidad en formato DVD), que desde hace unos años se viene especializando en sacar, sin prisa pero sin pausa, como se suele decir, libros destinados a cinéfilos y melómanos, a interesados por el amplio y heterogéneo fenómeno del audiovisual contemporáneo: algo tan sumamente mutable.

En precisa traducción de Vanesa G. Cazorla, podemos leer ahora, por fin, El paisaje sonoro y la afinación del mundo, libro, éste sí, imprescindible para cualquier estudioso del sonido y el mundo audiovisual.

Uno puede pensar que es un libro especializado y que no aportará nada a quien sea lego en la materia. Sería un error. El libro está escrito de manera clara y amena, para que cualquiera pueda leerlo sin problemas, fruto de quien es pedagogo y sabe explicar términos complejos con palabras sencillas, sin recurrir nunca al argot específico (lastre propio de este tipo de ensayos) y, además, es poseedor de una profunda cultura, expuesta con fluidez y naturalidad, sin imposturas ni altiveces. El paisaje sonoro y la afinación del mundo demuestra que la literatura, el arte, la ciencia, la psicología y la sociología, pueden convivir en un mismo párrafo o capítulo, sin estridencias, haciéndonos comprender que la música y el sonido forman un contínuum semiótico y cultural.

Y no conviene llevarse a engaño: su saber no es teórico. Schafer fundó a finales de los años sesenta el World Soundscape Project (Proyecto del paisaje sonoro del mundo) y durante décadas, junto a sus colaboradores, se ha dedicado a grabar sonidos de todo tipo, de todas partes del mundo, analizándolos y comprendiéndolos, inspirándose en una cita de Wagner:

La faceta extrovertida del hombre recurre al ojo; la introspectiva, al oído.

El libro está estructurado en una útil Introducción, Cuatro partes –Los primeros paisajes sonoros, El paisaje sonoro postindustrial, Análisis y Hacia un diseño acústico-, un Epílogo –La música del más allá– y unos jugosos Apéndices. Es especialmente interesante revelador el capítulo XII El simbolismo (pág.237 y ss.), así como el referido al Ritmo y tempo del paisaje sonoro (Cap. XVI, 313-326)  y, muy especialmente, el dedicado al Silencio (Cap. XIX, pp.349-356).

Participamos de la frase de El juego de los abalorios, de Herman Hesse que el autor cita en el libro, idea fascinante que es filosofía y compendio del ensayo de Murray Schaffer:

Por lo tanto, la música de una época de sosiego es tranquila y alegre, y así su gobierno. La música de una época alborotada es agitada y violenta, y su gobierno está pervertido. La música de un estado en decadencia es sentimental y triste, y su gobierno está en peligro.

El paisaje sonoro del mundo está cambiando, nos recuerda Schafer, y el hombre moderno habita un entorno acústico radicalmente diferente de cualquiera en el que haya vivido en el pasado. Es por eso que la comprensión del sonido de nuestro tiempo (la música y los sonidos que nos producen malestar o bienestar, sin que sepamos objetivamente por qué) es la comprensión de las sociedades en las que hoy vivimos: la comprensión de nuestra propia identidad.

Diego Moldes
diegomoldes@hotmail.com
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