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06 Abr El doble, de Dostoievski. Dos versiones 1846 y 1866
Con traducción, notas y una rigurosa y completa Introducción a cargo del bonaerense Alejandro Ariel González y en una atractiva edición de Eterna Cadencia Editora, nos llega esta doble versión de, precisamente, «El doble».
Desde que ETA Hoffman escribiese su insuperable novela Los elixires del diablo, hace más de dos siglos, la figura romántica alemana del Doppelgänger , definida por Goethe en su ensayo seminal Poesía y verdad, ha tenido múltiples versiones, adaptaciones y variaciones en la literatura y en el cine. La primera acaso sea el acercamiento de Jean Paul en sus novelas Siebenkäs (1796) y Titán (1801-1803). Tras Hoffmann, que es quien más influye en Dostoievski junto a Gógol, entre los escritores occidentales, más de un centenar han transitado esta idea del desdoblamiento de la personalidad o bilocación (para el que crea en lo paranormal: un cuerpo que está en dos sitios a la vez), desde el mismísimo Edgar Allan Poe, con su relato insuperable William Wilson (1839) -llevado al cine por Louis Malle en 1968 en un episodio de Historias extraordinarias– al agudo Dostoievski en El doble (1846 y 1866), pasando cómo no por Robert Louis Stevenson y su popular novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1885), que a su vez influyó a Oscar Wilde en la escritura de El retrato de Dorian Gray (1890). En lengua española, la mejor rescritura del tema quizá sea La vida breve (1950), del uruguayo Juan Carlos Onetti. Y en portugués tenemos la obra del Premio Nobel en 1998, José Saramago, O homem duplicado (2002), adaptada al cine recientemente por el cineasta quebequés Denis Villeneuve: Enemy.
Hace veinte años aproximadamente, Roman Polanski, lector de Dostoievski en su juventud polaca, quiso adaptar El doble al cine. Comenzó el rodaje y no lo concluyó por una bronca monumental con el egocéntrico John Travolta, protagonista del film junto a Isabell Adjani. El proyecto, de Warner Bros. se canceló. Ahora, el londinense Richard Ayoade (que, recordemos, nos sorprendió con su Submarine) acaba de estrenar The Double (2013), en Reino Unido y este día 9 de mayo se estrenará en Estados Unidos. Cuenta con dos actores jóvenes de gran proyección, Jesse Eisenberg (La red social) y la australiana Mia Wasikowska (Jane Eyre, Stoker) y aunque aún no tiene fecha de estreno en España, el trailer promete.
Casualidad (o no), la rigurosa editorial argentina Eterna Cadencia Editora (sello editorial de la excelente librería homónima de Buenos Aires, con dirección literaria de Pablo Braun) ha editado recientemente este libro El Doble. Dos versiones: 1846 y 1866, que por primera vez en castellano contrapone a la edición siempre traducida a casi todos los idiomas occidentales (la de 1866), la versión de 1846, la original que Dostoivski escribió en su juventud, mucho más rica en matices y más compleja, en especial en sus capítulos finales.
La labor de Alejandro Ariel González (Buenos Aires, 1973) es aquí digna del mayor de los elogios. No hace falta saber ni una palabra de ruso para intuir que la traducción es excelente, a tenor de lo leído y de las notas explicativas y la amplísima bibliografía rerefenciada (no sólo en ruso, también en francés, español e inglés). A la riqueza de léxico, morfología y sintaxis de la traducción, se unen sus abales como traductor de Bulgákov, Chéjov, Gógol, Turguéniev e incluso Lenin y Trotski o el aquí ignoto Lev Vigotski. El traductor explica que «Pocas obras literarias han generado tanta controversia como El doble» y nos explica a los neófitos el porqué. En tiempos convulsos entre Europa y Rusia, conviene echar la vista atrás y releer a uno de los mayores talentos literarios de nuestra historia común, Dostoievski. La lectura de este magistral relato titulado El doble, me reafirma en mi pensamiento de siempre de que el autor de Crimen y castigo no es sólo el mayor escritor ruso de todos los tiempos, sino que su escalón es el que ocupan sólo los más grandes, Cervantes, Shakespeare o, en su siglo, Dickens, Balzac o Flaubert.
Estas es la décima edición en castellano del célebre relato de Dostoivski. Al parecer, las 9 ediciones anteriores, publicadas en España o Argentina entre 1930 y 2009, eran más imperfectas, pues necesidad, ya que soslayaban la edición original rusa de 1846 (error que también se ha dado durante casi dos siglos en otras lenguas). La concepción del libro es excepcional y sumamente interesante, pues en lugar de publicar las dos ediciones, lo que propone el traductor-editor es una lectura conjunta de ambas ediciones, la de 1866 con notas al pie de lo que se agrega u omite de la edición original de 1846 (capítulos I al IX) y, por separado, las dos ediciones, desde el capítulo X al XIV (por ser cuando empiezan a diferir notablemente), presentando primero la edición de 1866 y luego la más antigua de 1846, casi como un palimpsesto (y esto nos parece una decisión muy acertada). Se trata del mismo criterio de la edición inglesa de 1985.
El libro, por tanto, se estructura del siguiente modo:Introducción (páginas 7 a 125). Incluye «Contexto», «Pretextos», «Texto», «Intertextos», «Subtexto», «El mosaico de la crítica»
- El doble. Aventuras del señor Goliadkin (1846) y Poema de Petersburgo (1866). Págs. 129 a 421
- Notas Págs. 422-424.
- Borradores para la planeada reelaboración de El doble. Págs. 425-433.
- Bibliografía. Págs. 435-444.
Su lectura en profundidad revela, no sólo la profundidad humanística de su autor, sino la absoluta modernidad de su prosa, pues toca el tema esencial de la narrativa contemporánea: la cuestión de la identidad.
La publicación de este libro, tal y como ha sido concebido, lo convierten en un verdadero acontecimiento literario y sin temor a equivocarme, en uno de los rescates bibliófilos más interesantes que se han dado en lengua española en estos últimos años.
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